Este post debe leerse junto con #RiosVivos y otros sueños húmedos porque dialogan.
El activismo del PicNic en el Rio no se entendería sin la gran visión de que un día regresarán a la Ciudad de México algunos de sus 40 ríos.
En 2011, Taller 13 a través de un artículo en el New York Times hizo famosa la propuesta de regenerar el Rio de la Piedad. A muchos, entonces, les pareció una locura.
Otros pensamos que no era una tan descabellada con la perspectiva de otras ciudades.

El rescate del Rio Cheonggyecheon en Seúl, Corea, cuyas imágenes de un viaducto, con un segundo piso, destruido para dar vida de nuevo al rio, nos hizo soñar que esto era posible.
Aquí pueden leer a Salvador Medina con mayores detalles sobre la experiencia coreana.

E inspirados en esto, nos lanzamos a convocar junto con Taller 13, el primer #PicNicenelRio.
¿En el qué…? en la esquina de Viaducto e Insurgentes, haremos un picnic.
Las imágenas hablan por sí solas de la experiencia y emoción de hacer creer que una visión, un sueño, es posible de hacer realidad.
Unos meses después, la propuesta fue más ambiciosa pues se extendió la invitación a que se hicieran Picnics en el Rio en varias ciudades mexicanas y varios ríos de la Ciudad de México.

Nosotros organizamos el Picnic en la Glorieta de las Quinceañeras, sobre el Rio Madgalena (el supuesto último río vivo de la Ciudad).


Ha sido maravilloso aprender de la experiencia de otros países, que nos han enseñado que el proceso mexicano será más difícil, luchando contra obstáculos de autoritarismo, cerrazón de las autoridades y apatía de los ciudadanos.
En el 4o. picnic en el Rio, en noviembre 2013, después de una linda experiencia donde los niños aprendían sobre el agua de la Ciudad de México y escuchábamos música…

Llegó la policía a desalojarnos. Aquí pueden leer la historia.
«….. Por órdenes», nos dijeron los policías, como se relata en el siguiente video.
«Por su propia seguridad» dijo la autoridad paternalista, encabezada por el alcalde Miguel Angel Mancera, y aprobaron sus #Bots en twitter.
Ese día, nos quedó muy claro la potente idea de desentubar los ríos de la Ciudad, como una forma de transformarla y resistir las imposiciones autoritarias.