Además de lo aprendido de expertos y vecinos en colectivo, también hay que sumar lo vivido de manera cotidiana.
Pensar en cómo transmitir efectivamente el dilema de si invertir en personas (como peatones) o en coches era algo que todos los días me preocupaba… y lo pensaba a partir de esta experiencia diaria de caminar a la escuela con mi hija.
De esta práctica cotidiana y los tres criterios para transformar la ciudad surgió este video, que representaba fielmente nuestro recorrido de casa a escuela.
Esto fue cuando vivíamos en San Jerónimo, Magdalena Contreras.
Aquí pueden ver la historia de por qué nos mudamos a Coyoacán (junto con esta otra historia) y aquí, cómo seguimos caminando en nuestros nuevo barrio.
Desde un enfoque sistémico (social, urbano y ecológico), hemos aprendido a ver la Ciudad y sus problemas complejos, como aquí relata Luis, pero también ha sido desde experimentar y vivir en la Ciudad (mudándonos y viviendo en diversas ciudades, viajando, tener una hija).
Al final, entendemos la perspectiva del peatón, del ciclista, del que toma el transporte público, del que usa el automóvil, de quien usa los parques, las banquetas, los cafés, se encuentra y saluda a nuestros amigos y vecinos en la calle, corre y camina en Los Viveros, va de compras caminando al super, a la tlapalería, a la papelería, porque hacemos todo esto nosotros mismos… Nadie nos lo platica, pues, lo vivimos
—
Y un artículo sobre ¿por qué caminar nos ayuda a pensar?
Esa inevitable conexión entre nuestras piernas, la sangre en circulación, el corazón, el hipocampo (esa región crucial de la memoria) y nuestras neuronas.