En 2025, con grandes cambios políticos y tecnológicos globales, tuve que tomar la decisión de dejar Twitter, sin eliminar la cuenta. Pasé varios meses en Bluesky, observando si podríamos volver a ser una red social, como Twitter fue en un inicio. Luego abrí una cuenta en Substack y merodée por si era por ahí.
En este año, replantée mi vida en las redes sociales, pero ya no me atrevía a quedarme callada. Al final, después de muchos años de encontrar mi voz, no podía silenciarla. Al final, quería algo más íntimo … como si publicar en internet, fuera íntimo (#OkNo 😉 .
Mi amigo Nivo me dijo que no le regalara mi contenido a los poderosos, que tuviera: «tu propio server, con tu propio sistema y servicio. Substack, como twitter, instagram etc. son plataformas privadas que lucran con nuestro contenido y en cualquier momento le mueven al algoritmo y todo el trabajo valió ejote :(.» Y ya, con esas palabras me convenció de que retomara mi blog.
Pues héme aquí, en pleno 2025 sintiéndome un poco vintage con un blog viejo renovado, pero al mismo tiempo emocionada de volver al origen de contar la travesía de buscar, de encontrar, de recordar y de plasmar.
Así, en el verano de 2025, regresé feliz a reorganizar, rescatar textos y armar mis propios contenidos (íntimos) publicados en internet. Pero mi inicio de 2025, comenzó con la siguiente reflexión.

2024 fueron como 3 años
empacados en uno solo;
intensísimo en trabajo, demandante en tiempo, atención y decisiones.
No fue sereno, ni como se planeaba,
fue productivo, pero sobre todo fue retador y difícil.
Una montaña con altas,
de días y vivencias hermosas, y
bajas, donde las angustias me sustituyeron la sonrisa y mi alegría.
Me repetí muchas veces la frase de Arundhati Roy:
“Vivir y ver los acontecimientos con realismo, pero desvincular la esperanza de la razón”.
La entrevista completa está aquí, pero el extracto al que me refiero está en este corto del Female Poet Society.
Y así amanezco,
creyendo que en 2025 nos toca
construir más esperanzas y transformaciones,
con las muchas certezas, personas y redes encontradas en los últimos años, las últimas décadas.
Tener esperanza y realismo a la vez es complejo,
ver tendencias y cómo evolucionan no debería despojarnos de creer, de esperar y de trabajar por más justicia, mas bienestar y más sustentabilidad.
Y este portal del año nuevo nos lleva a cruzarlo así:
a cerrar con realismo, a empezar con esperanza.
Les deseo feliz año nuevo,
les deseo que sigan teniendo deseos y esperanza para cumplirlos.
P.D. La foto es de la obra de Niki de Saint Phalle en el Jardín Botánico de Hannover,
a donde inicialmente y no no quería ir
pero mi amiga Monika me arrastró, en medio de sus muchas responsabilidades.
Y resultó ser uno de esos días que una guarda en el fotoálbum de la memoria de este año 2024.